Mirando hacia atrás me sorprende el muchísimo tiempo que ha pasado desde que hablé en este blog por primera vez de El hombre lobo, el 14 de septiembre de 2007, como pueden comprobar aquí. Leerán en aquella entrada que el estreno de la película estaba previsto para noviembre de 2008 y que yo andaba encantado con que el responsable de los efectos especiales de maquillaje fuese Rick Baker y el guionista Andrew Kevin Walker. Hace bien poco me entusiasmé con la información de que, además de Benicio del Toro y Anthony Hopkins, en el reparto iba a estar Hugo Weaving y que la película iba a estar dirigida por Joe Johnston, responsable de mi adorada Jumanji. Así, una revisitación del clásico de la Hammer con esos ingredientes, por decirlo de alguna manera, no podía fallar.
Pues miren ustedes que, a pesar de todo ello, a mi juicio, falla y lo hace de forma estrepitosa. Las interpretaciones resultan demasiado “intensitas”, casi melodramáticas, el maquillaje del maestro Baker es, en los poco que se ve ya que todo lo relativo a la transformación y las correrías del licántropo son, en su mayoría, efectos generados por ordenador, mediocre y poco imaginativo. La recreación del Londres Victoriano está realizado de una forma tan plana que perjudica seriamente a la atmósfera. De hecho, existen ciertas decisiones de ambientación que a uno le hacen salirse de la película para preguntarse cosas como, “¿pero es que a nadie en esa casa se le ha ocurrido pasar un trapito?”. El guión de Kevin Walker no solo no aporta nada nuevo, cosa que tampoco tendría que ser un problema, sino que resulta falto de ritmo y absolutamente predecible en todo lo que va a ocurrir. Y no hablemos de algún que otro diálogo que me hizo ruborizar de pura vergüenza ajena. La dirección de Jonhston es, como mucho, correcta pero creo que poco equilibrada sobre todo en algunas secuencias de acción y en el uso nada imaginativo de un gore que te abre un camino a la esperanza y que luego se queda en mera anécdota ya que ni impresiona, ni divierte. Incluso la banda sonora de Danny Elfman suena cansada, como si el músico hubiese visto la película y la hubiese dicho “en fin, piensa en la pasta, Dan”.
La peli no me ha gustado, lo reconozco pero ya sabrán ustedes que, como dijo Clint Eastwood, las opiniones son como los culos, todos tenemos uno. No dejen de ir al cine a verla si les apetece y si lo hacen, por favor, pásense por aquí y opinen, opinen, que valoro mucho si criterio me interesa lo que tenga que decir.