Lo último del caballero oscuro Christopher Nolan, ya tiene nombre. Bueno, en realidad ya lo tenía, Inception, pero ahora lo tiene en nuestro idioma: Origen.
Las pelis de Nolan me molan, valga la rima fácil, y, salvo El truco final -otro ejemplo de cómo pervertir un título en la traducción comercial- suelo sentirme profundamente satisfecho cuando salgo de ver una de sus películas. La primera vez que vi el trailer de Origen (Inception) me dije, “chaval, prepárate para un viaje tipo Memento“. Después me invadió un vértigo de impaciencia al descubrir que la película no se estrenaría hasta el verano, como pronto.
Ahora parece que sí, que llegará este verano pero poco se sabe todavía de su argumento más allá de lo que se destila del trailer. ¿Thriller? ¿Ciencia Ficción? Qué más da. Las imágenes y el planteamiento hipnotizan y saber que esto sale de las retorcidas mentes de los hermanos Nolan nos hace desear que llegue la canícula cuanto antes. Y por favor, señores encargados de la promoción de la película, no me cuenten muchas más cosas de la peli, quisiera descubrirla en una sala de cine.